El consumo de refrescos no sólo es un factor importante para
desarrollar enfermedades como la obesidad
o la diabetes. De acuerdo con un estudio recientemente publicado en el Journal
of Pediatrics, se ha relacionado el consumo de refresco con conductas
agresivas y problemas de atención en niños.
Investigadores de la Universidad de Columbia, estudiaron a 3,000 niños de 5
años de edad en 20 de las principales ciudades de los E.U. Se pidió
a las madres de los niños que reportaran el consumo diario de refresco de los
infantes y su conducta en base a la Lista de Verificación del Comportamiento
Infantil (Child Behavior Checklist, o CBCL por sus siglas en inglés)
para niños menores de 6 años por los siguientes 2 meses.
La
CBCL es un cuestionario que permite evaluar las capacidades y aspectos de
comportamiento de los niños, incluyendo actitudes de agresión, violencia,
rebeldía, hiperactividad y problemas de conducta.
Los resultados del estudio arrojaron que, sin
importar el nivel de consumo de refrescos, éste tiene una relación con
el incremento en los comportamientos de agresividad.
Por
ejemplo, los niños que bebieron 4 o más gaseosas al día fueron doblemente
propensos a destruir objetos ajenos, a participar en peleas y a atacar
físicamente a la gente también se notó que tenían mayor propensión a tener
problemas para poner atención a instrucciones y a ser socialmente más retraídos
en comparación con aquellos que no consumieron refrescos.
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