1.- Fibra para la regularidad.
Una dieta rica en fibra estimula los movimientos intestinales y ayuda a eliminar los desechos y toxinas, esto se refleja en la piel, el estado de ánimo, el peso y la energía. Conviene consumir fibra a cualquier edad pero las mujeres que están cerca de menopausia deben incluirlo de modo definitivo en su dieta. Para que no falte la fibra, se debe comer siempre arroz, cereales de buena calidad e integral (con al menos 3 gramos de fibra por porción), comer legumbres crudas en ensalada dos por semana y consumir un mínimo de 5 raciones de frutas y verduras al día.
Sí se nota que se empieza a perder la memoria, poner Omega-3 en la dieta. Los niveles bajos de ése nutriente se asocian con un mayor riesgo de demencia, deterioro intelectual y depresión.
3. - Vitamina B12 para energía.
La capacidad de absorber la vitamina B12 se va reduciendo con los años y las consecuencias de este echo se traducen en un bajo tono vital. La vitamina B12 está presente solo en alimentos de origen animal (carnes, pescados, lácteos, huevos en muy baja proporción) y es muy útil para regular el METABOLISMO y esencial para el buen funcionamiento del sistema nerviosos y el cerebro. Los vegetarianos pueden recurrir a cereales enriquecidos y tomar suplementos con vitaminas B12.
Capsulas de arándano con vitaminas y antioxidantes, mejoran la vista y neutralizan los radicales libres, retardan el envejecimiento.
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