Nadie está a salvo de la enfermedad renal. Los riñones cumplen funciones vitales en nuestro organismo:
* Eliminan las sustancias de desecho.
* Producen hormonas para la formación de hueso y de glóbulos rojos;
* Regulan la presión arterial;
* Controlan el agua y las sales de nuestro organismo, creando un equilibrio hidro-electrolítico.
Muchas enfermedades pueden afectar el funcionamiento de los riñones. Algunos se relacionan con una malformación congénita como enfermedad renal poliquística, síndrome de Alport o nefronoptisis hereditaria y otras son adquiridas... Las causas pueden ser infecciones por estreptococos, trastornos espontáneos del sistema inmune (como es el caso de la glomerulonefritis crónica) o la absorción por parte del riñón de sustancias tóxicas, incluyendo ciertos medicamentos.
La hipertensión y la diabetes son, pues, sus principales enemigos y dañan los riñones. Las enfermedades que estas generan afectan gradualmente las unidades del riñón que filtran la sangre, llamados glomérulos, lo que hace que los riñones ya no sean capaces de funcionar con normalidad. La nefropatía diabética es la primera causa de inicio de diálisis.
La hipertensión y la diabetes: los principales enemigos de los riñones. Si eres hipertenso o diabético, la salud de tus riñones está sujeta a una normalización de la presión arterial y la glucemia. Para ello es esencial seguir un tratamiento. "Para frenar la progresión de la enfermedad, los valores de la presión arterial deben mantenerse en un máximo de 130/85 mmHg. En los diabéticos, la presión arterial no debe exceder de 125/75 mmHg y la glucosa en la sangre debe estabilizarse dentro de los límites considerados normales", explica el profesor Olmer, nefrólogo de Marsella.
Para controlar el buen funcionamiento de los riñones, el médico puede recetar análisis de sangre con los valores de creatinina o los de microalbuminuria en caso de pacientes diabéticos.
"Idealmente, los valores de creatinina deberían controlarse periódicamente en presencia de diabetes, infección urinaria, hipertensión, cálculos renales, albúmina en la orina, infección severa o anemia inexplicable, lo que por desgracia no siempre es así ", se lamenta el profesor Olmer.
Algunos consejos ayudarán a mantener la salud de los riñones.
Un estilo de vida saludable también contribuirá a prevenir enfermedades cardiovasculares y metabólicas:
a) Beber una cantidad de agua adaptada a las necesidades (por lo menos un litro por día), distribuida a lo largo del día para facilitar el trabajo de los riñones;
b) Comer una dieta equilibrada para evitar el exceso de peso y el colesterol.
c) Evitar el exceso de sal, porque favorece la hipertensión;
d) Dejar de fumar. El tabaco favorece el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares;
f) Hacer actividad física regularmente para luchar contra el sedentarismo.
Evitar el uso excesivo de automedicación: los fármacos antiinflamatorios no esteroides (como la aspirina) pueden ser tóxicos para los riñones. Lo mismo ocurre con algunos analgésicos, como el paracetamol, cuando se utilizan en dosis altas y a largo plazo;
Tener cuidado con las proteínas de tipo animal, ya que pueden sobre exigir el funcionamiento de los riñones y terminar agotándolos;
"Los suplementos nutricionales se emplean para complementar la alimentación en casos en los que la dieta habitual es considerada ineficiente o no logra cumplir con una adecuada cantidad de nutrientes esenciales."
Gracias por tu tiempo en leer, comentar y compartir. ¿Quieres saber más de salud y nutrición? Visita las referencias:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar en esta página.