El sistema inmunológico es una gran
máquina defensa, es la línea de batalla para vencer bacterias, virus y todo lo
que desequilibra al organismo. La alimentación está íntimamente ligada a esto
pues los nutrientes que aporta juegan un papel fundamental.
La alimentación nutre y esos
elementos le dan armas al sistema inmunológico para ser más fuerte.
¿Qué es el sistema inmunológico?
Lo primero que debes saber es que existen distintos tipos de
inmunidad. La primera -que se adquiere al momento de nacer- es la piel.
Este órgano, en conjunto con las mucosas funciona como una primera barrera
física.
Otro tipo de inmunidad es la que protege al cuerpo humano de
algunas enfermedades que les dan a los animales; no siempre es eficiente pues
las bacterias y virus pueden mutar.
También está la que se adquiere por medio de vacunas y la que
desarrolla el cuerpo con padecimientos específicos; es decir, se crean los
anticuerpos para combatirlo una sola vez y el organismo se vuelve inmune a él.
¿Cómo funciona el sistema inmunológico frente a seres extraños?
Cuando una bacteria o virus entra al organismo, los anticuerpos
-que son proteínas especializadas- los reconocen y al mismo tiempo que los
rodean también avisan a unas células llamadas “T” cuya misión es destruirlos.
La alimentación es fundamental, principalmente para
dos cosas. La primera para sintetizar moléculas específicas; en la defensa al
cuerpo son imprescindibles los anticuerpos, que están conformados por
aminoácidos extraídos de las proteínas que vienen de la comida.
La segunda es que incentivan la producción de ciertas
sustancias; por ejemplo, la vitamina C que se adquiere al comer zapote, guayaba
o cítricos aumenta el interferón que impide la entrada y proliferación de los
virus.
Hay muchas maneras de ayudar al sistema y una de ellas es
mantenerlo hidratado. Al beber una cantidad suficiente de agua es más fácil que
el cuerpo expulse la mucosidad de vías respiratorias que son campos de cultivo
para virus y bacterias. La Clínica
Mayo
recomienda ingerir unos 8 vasos o 2 litros de agua diaria.
Consumir alimentos con vitamina
E ayuda a aumentar la respuesta inmunológica en todas las
personas, pero principalmente aquellas inmunodeprimidas o con dietas
desequilibradas.
La vitamina
A desempeña una función imprescindible para mantener las mucosas y la
piel sanas que son las primeras barreras inmunológicas. Además, es esencial en
contra de infecciones.
Por último y no menos importantes están los flavonoides
disponibles en las verduras de hoja verde, cítricos y frutos
rojos. Éstos potencian al máximo la acción de la vitamina C que es fundamental
en contra de los virus.
Esperamos que el contenido sea de interés y útil para recuperar y mantener la salud, si ella no se puede hacer nada. Visita las referencias y conoce màs de nutriciòn y salud:
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