Debido a algún tipo de dieta
concreta tus niveles de
proteína estén más bajos de lo habitual. Tu cuerpo necesita
proteína para mantener los niveles de energía y sus funciones de
metabolismo. Además, es un nutriente clave para conseguir
músculos más fuertes. Se suele pensar que comiendo mucha carne se
consiguen las proteínas, pero no es así. Algunas
porciones de carne tienen muchas grasas. La
posibilidad de que te ‘saltes’ alguna comida puede también ir en
contra de esa aportación nutricional a tu organismo.
Es cierto que tener ‘déficit’ proteico no
es algo demasiado frecuente, puede que te esté ocurriendo y no lo
sepas. Por eso si te ocurre alguno de estos ‘problemas’ puede que
tu cuerpo esté pidiéndote más proteínas.
Adiós músculo y adiós fuerza.
Después
de los 30 años se pierde músculo, en torno a un 3%-5% por década,
conforme pasan los años vamos perdiendo masa muscular y tenemos
hasta los 50 años para construir el músculo que necesitamos para la
vejez, explica Core Nutrition and Training. Si no comes suficiente
proteína o en todo caso la bebes, la que introduces en tu sistema
aporta energía para el día a día, pero no es suficiente para
alimentar los músculos. Tu cuerpo tomará además de las reservas
musculares este nutriente, por lo que su volumen y tu fuerza
disminuirán también.
¿Tienes exceso de fatiga?
Existen muchos factores para que esto suceda
desde la falta de proteína hasta algo más grave como Diabetes o
depresión, pero si no tienes ninguna de estas dos y estás muy
cansado todo el día puede ser que no tengas proteínas suficientes
en tu cuerpo, o que no comas suficiente. Este problema se
verá reflejado en tu rendimiento físico y mental.
¿Tienes antojos continuamente?
Si sólo piensas en comer, a todas horas,
es posible que necesitas proteínas y tu cuerpo te esté mandando
avisos. Si tienes déficit de proteínas querrás comer
mucho, especialmente aquellas comidas que ‘no deberías’. Querrás
comer comidas con muchas calorías, y es posible que comas más de la
cuenta cuando tengas ocasión. Comer la cantidad necesaria de
proteínas te mantiene lleno y te quita las ganas de comer más de la
cuenta. Tendrás menos apetito y menos hambre, en general.
¿Huesos fraǵiles?
Tener menos proteínas puede afectar a la
densidad ósea, haciendo que los huesos sean más frágiles. El
entrenamiento de fuerza, junto con una cantidad adecuada de
proteínas, puede ser un buen método de mejorar tus huesos.
¿Tardeas mucho en regenerarte?
Se
refiere a que cuando estás enfermo muchas veces y tus ‘dolencias’
duran mucho tiempo, es posible que tu sistema demonológico esté
pasando por un mal momento por culpa de una carencia de proteína.
Con menos proteína eres más propenso a enfermar, ya que tienes
peores defensas, y tardarás más en recuperarte.
¿Se
te cae el pelo?
El pelo y las uñas son dos de los organismos
del cuerpo que se generan gracias a la proteína. Si tienes
déficit de ésta, tu cuerpo no tendrá suficiente para cuidar de tu
pelo y de tus uñas. Tendrás menos volumen y más débil, las uñas
se te romperán y tu pelo lo notará.
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